En los países desarrollados o del "Primer Mundo", como algunos prefieren llamarlos, tiene efecto una desenfrenada carrera que permita demostrar científicamente la efectividad farmacológica e inocuidad de nuevos medicamentos naturales, para incorporarlos al arsenal de las transnacionales farmacéuticas.
Para la medicina moderna, la cicatrización y regeneración de la piel constituye un problema de primera línea. Una curación deficitaria incrementa el costo y la duración de los procesos y tratamientos indicados, así como un detrimento, no pocas veces significativo, de la calidad de vida de los pacientes.
En los últimos años se ha relacionado el rol que juegan las Especies Reactivas de Oxígeno (EROs) en la fisiopatología de diversas enfermedades humanas y la acción de diversos antioxidantes en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, numerosos tipos de cáncer, SIDA, e incluso otras directamente asociadas con el proceso de envejecimiento como las cataratas, el mal de Alzheimer y otras alteraciones del sistema nervioso.
Entre los productos antioxidantes se destacan los vegetales, los carotenos y la vitamina E. La búsqueda de nuevas sustancias con acción antiinflamatoria es uno de los objetivos fundamentales de las grandes empresas que investigan medicamentos.
Otras de las preocupaciones de la sociedad médica internacional son las úlceras gastroduodenales que afectan a un porcentaje elevado de la población mundial, lo que implica la búsqueda de nuevas terapias que contribuyan a disminuir problemas de resistencia a los antibióticos.
Todas estos problemas de salud constituyen enigmas por resolver e imponen la búsqueda de candidatos promisorios, novedosos y de nuevas terapias en las enfermedades planteadas.
Un grupo de destacados científicos habaneros, dirigidos por la doctora Luz María Sánchez, pertenecientes al Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria presentaron las bases fármaco-toxicológicas que sustentan el desarrollo de productos farmacéuticos a partir de la especie vegetal Rhizophora mangle L.
Bajo ese nombre científico se esconde el conocido mangle rojo. Árbol que algunas literaturas describen de hasta diez metros de altura. Crece de forma abundante en todo el litoral bajo y pantanoso de Cuba, formando unas malezas impenetrables por radículas grandemente alargadas del embrión y las numerosas raíces aéreas.
La corteza gris, con manchas rojas, se agrieta en placas y es extraída para usarla como curtiente. Su madera, de color rojo pardo, es muy fuerte y se utiliza en la construcción de botes y pilotes, así como para la fabricación de carbón. Se le encuentra, en suelo fangoso salobre, casi permanentemente inundado por el mar.
Los investigadores sustentan la eficacia e inocuidad del extracto acuoso de su corteza como antiséptico, acelerador del proceso de curación de heridas,antioxidante, antinflamatorio y antiulcerogénico. Demostraron que dicho producto presentó un efecto antiséptico frente a un amplio espectro de microorganismos que constituyen fuentes de infección en las heridas, y establecieron la acción positiva sobre el proceso de curación de cortes quirúrgicos.
A partir de los resultados obtenidos para este extracto, fueron reportadas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias y se demostró la eficacia en el tratamiento de heridas y quemaduras.
Se indicó la actividad antiulcerogénica del mismo, mediante diversos mecanismos de acción: citoprotector, antisecretor, disminución de la depleción de prostaglandina PGE2 (de importancia en el mecanismo defensivo del estómago) y, antibacteriano frente a Helicobacter pylori, lo que lo hace superior respecto a medicamentos genéricos actualmente en el mercado, por su doble acción de inhibidor de la bomba de protones y antibacteriano.
Después de numerosos ensayos, los resultados alcanzados permitieron comprobar, desde el punto de vista científico, la posibilidad del uso etnomédico de esta planta como antiséptico, cicatrizante y antiulcerogénico, que hasta el momento no habían sido evaluados ni reportados por la literatura técnica.
El hecho de que su extracto constituye un producto noble, en cuanto a seguridad en la aplicación al hombre y animales, al no tener efectos secundarios sienta la potencialidad del mangle en el desarrollo futuro de medicamentos.
(Botanical Name: Rhizophora mangle
A.K.A (Common Names): Red Mangrove, Mangrove
Numerous mangrove plants are used in folklore medicine. Extracts from mangroves and mangrove-dependent species have proven effective against human, animal and plant pathogens, but only limited investigations have been carried out to identify the metabolites responsible for their bioactivities.
Skin ailments and sores - including leprosy - may be soothed with ashes or bark infusions of certain species of mangrove. Reported to be an astringent, emmenagogue, expectorant, hemostat, styptic and tonic, red mangrove is a folk remedy for angina, asthma, backache, boils, constipation, convulsions, diarrhea, dysentery, dyspepsia, elephantiasis, eye ailments, fever, fungal infections, headaches, hemorrhage, inflammation, jaundice, kidney stones, lesions, malaria, malignancies, rheumatism, snakebites, sores, sore throat, syphilis, toothache, tuberculosis, ulcers and wounds.)